Cuéntese que en una oportunidad en que el profeta paseaba, encontró en el camino una serpiente que moría de frío, por lo cual, con gran bondad y compasión, la recogió del suelo, y la llevó a su pecho para darle calor. La serpiente al recuperarse lo miró con ira y enfurecida le dijo: "Tu raza ha perseguido a los míos y yo he jurado a Alá que me vengaré". El profeta estupefacto, le preguntó: "¿Cómo puedes ser tan ingrata?", a lo cual la serpiente replicó: "la gratitud no existe sobre la Tierra". Seguidamente, la serpiente mordió al profeta, quien rápidamente succionó el veneno de la herida, arrojándolo a la tierra del camino. Allí nació una planta: el tabaco, que, según la leyenda, combina en ella "LA COMPASIÓN DEL PROFETA CON EL VENENO DE LA SERPIENTE" |
Del libro "Cigarrillo y Cáncer" de Carlos A. Cotte, 1972, |
11.06.2008
La Leyenda del Tabaco
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